miércoles, 14 de noviembre de 2012

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¿Que es el abandono infantil?
El abandono infantil, también llamado maltrato psicológico, es una forma de maltrato a los niños y ocurre cuando alguien intencionalmente no le suministra al niño alimento, agua, vivienda, vestido, atención médica u otras necesidades.


Otras formas de abandono infantil abarcan:
  • Permitir que el niño presencie actos de violencia o maltrato severo entre los padres o adultos.
  • Ignorar, insultar o amenazar al niño con violencia.
  • No suministrarle al niño un ambiente seguro y de apoyo emocional por parte de los adultos.
  • Mostrar descuido imprudente por el bienestar del niño

Tipos de abandono:
  •  Abandono físico: la falta de respuesta a las necesidades físicas del niño, que incluye alimentos, ropa y vivienda

  •    Abandono emocional: la falta de respuesta a las necesidades emocionales del niño, lo que, en casos extremos, puede llevar a un déficit no orgánico de crecimiento y a enfermedades físicas o anomalías.

  • .  Abandono médico: la falta de proporción o cumplimiento con el tratamiento médico recetado, tal como vacunas, cirugía o medicación.

  • Abandono de la salud mental: la falta de proporción o cumplimiento con las correcciones recomendadas o los procedimientos terapéuticos en caso de trastornos de conducta o emocionales serios. Esta forma de abandono no es ampliamente considerada ni investigada como tal.

  •  .Abandono educativo: la falta de cumplimiento con los requerimientos de asistencia escolar del estado.
  • Causas y Sintomas

    La tasa a la cual  la cual se presenta el abandono físico y emocional de los niños es difícil de definir.




    Los factores de riesgo pueden abarcar:
    • Enfermedad mental
    • Pobreza
    • Estrés en la familia
    • Consumo de sustancias por parte de los padres o personas a cargo
    Los niños maltratados están en riesgo de convertirse en adultos que maltraten a otros.
    Los síntomas de maltrato psicológico pueden abarcar:
    • Dificultades en la escuela
    • Trastornos en la alimentación, que llevan a pérdida de peso o aumento de peso deficiente
    • Cuestiones emocionales como baja autoestima, depresión y ansiedad
    • Comportamiento rebelde
    • Trastornos del sueño
    • Quejas físicas vagas
    Un marco legal que los protege
    Diversas normas, declaraciones y convenciones rigen el marco legal internacional que posibilita la prevalencia de los derechos de los niños y las niñas, así como el principio del  interés superior y su protección integral. La Declaratoria de los Derechos del Niño (1959), expresa en uno de sus apartes que “el niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación”.
    Desde 2006, la Ley de Infancia y Adolescencia (Ley 1098) modificó en Colombia el anterior Código del Menor, consagrando medidas para aquellos menores de edad que se encuentran en situación irregular, entre ellas la Adopción.
    Esta medida, reglamentada por el Estado colombiano, es una forma de solucionar el problema de abandono infantil. Tácitamente, el Artículo 20 de esta ley expresa: “dentro de los derechos de protección, los niños, las niñas y los adolescentes serán protegidos contra el abandono físico, emocional y psicoactivo de sus padres, representantes legales o de las personas, instituciones y autoridades que tienen la responsabilidad de su cuidado y atención”.
    Sin embargo, y bajo la premisa que esto no es suficiente, se han adelantado propuestas legislativas y normativas para regular más a fondo en la materia.
    Propuestas: Es hora de ponerlas en marcha



    Para algunos congresistas, como el senador José David Name Cardozo, “es evidente la necesidad de estructurar respuestas que contribuyan desde lo político, a plantear soluciones a la problemática por la que atraviesa la infancia en Colombia”.
    Mediante  proyecto de ley, el legislador propuso permitir la entrega voluntaria de menores de noventa días de nacidos, bajo la custodia de entidades que puedan proveerles atención inmediata.  En la misma iniciativa, se propone la modificación del Artículo 127 del Código Penal, de tal manera que cualquiera que abandone a un menor de  dieciocho (18) años, teniendo el deber legal de velar por ellos, incurrirá en prisión de dos (2) a seis (6) años.
    Ya en la Sentencia C-468/09, el Magistrado Gabriel Eduardo Mendoza había atendido la demanda de este Artículo 127, declarándolo inexequible, porque contemplaba sólo niños y niñas menores de 12 años, dejando excluidos aquellos adolescentes que no cumplían aún los 18 años, quienes también son titulares de cualquier tipo de protección especial.
    A su juicio, niños entre 12 y 18 años no pueden ser excluidos ya que se cometería un acto discriminatorio: “El abandono de un menor expone a la víctima a circunstancias de peligro, quedando así desprotegidos sus derechos a la vida, integridad física y personal, a la salud, a la formación, a la educación, desarrollo y porvenir, pues se le estaría negando lo esencial para su propia supervivencia”, argumentó en su Sentencia el magistrado ponente.
    El Movimiento MIRA en el Cabildo bogotano, propuso la creación de “Casas de Refugio” específicamente para aquellos menores de edad y sus madres, que por causa del abuso sexual y el maltrato cometido por los padres y padrastros, tengan que salir de sus hogares. Esta iniciativa fue acogida en el Plan de Desarrollo Distrital Bogotá Positiva bajo la creación de centros especializados, encargados de vigilar la integridad y seguridad de todos los niños, niñas y adolescentes en el Distrito Capital.
    Una salida para los niños abandonados
    Sin duda, el tema de la infancia es un tópico que amerita la concurrencia de actores como la Familia, la Sociedad y el Estado, en el marco de la corresponsabilidad, expresada en el Artículo 10 de la Ley de Infancia y Adolescencia. Así lo señala otro congresista colombiano del ala independiente:
    “Todo intento que hacen por los niños y niñas las organizaciones civiles, las fundaciones, la academia, el sector político y la empresa privada, no está de más, suma y contribuye a una problemática social tan arraigada en nuestras culturas como es abandonar o regalar un niño por diversas causas”, concluye el Presidente de MIRA, Senador Carlos Alberto Baena López.
    Por su parte, para Angela María Rosales, Directora Nacional de Aldeas Infantiles SOS Colombia, “en la medida que una familia reciba los apoyos necesarios y los servicios del Estado a los que tiene derecho, se previene mucho el abandono”.
    “Vemos muchas falencias en los enfoques que busca el Estado en el trabajo con las familias, que para nosotros es el centro de nuestro actuar. El enfoque central debe estar en atender esas familias que están en situación de vulnerabilidad para que los niños crezcan con unos papás que tengan pautas de crianza lo suficientemente buenas”, agregó.
    Además, propone al Estado colombiano “extender también la atención a aquellas familias que por alguna situación cultural o de violencia, acogen a los niños del vecino o acogen a los niños de la familia extensa. En el caso particular de Colombia el conflicto armado genera mucho abandono y en la medida que éste se resuelva, la situación de abandono y orfandad también bajarían”.
    Aldeas Infantiles SOS, un modelo a seguir

    Aldeas Infantiles SOS es una organización no gubernamental, internacional, que está presente en Colombia hace 40 años y en el mundo hace más de 60. De acuerdo con Ángela María Rosales, Directora Nacional, actualmente cuentan con 4,500 niños y niñas que participan en sus programas de Aldeas Infantiles; y alrededor de unos 900 niños y niñas, viven con ellos en las siete aldeas que tienen en el país: Cartagena, Bogotá, Floridablanca, Ipiales, Rionegro, Cali e Ibagué.



    Para esta organización lo más importante es la familia por ello sus programas van dirigidos específicamente a fortalecer ese núcleo familiar. “ Tenemos una filosofía que se basa en el cuidado de las familias. Nosotros cuidamos familias para que no se rompan, para que crezcan los niños unidos a sus padres; y en los casos en los que los niños y las niñas ya han perdido el cuidado de sus padres, prestamos un servicio de atención con un enfoque familiar para que ellos crezcan en un entorno de familia”.
    Dentro de sus programas, implementan un modelo de prevención en el que trabajan con las familias, niños y niñas en la primera y segunda infancia y también con sus padres. “Matriculamos en nuestro programa a la familia completa. Trabajamos en pautas de crianza, los derechos de los niños y las niñas, el rol de la mujer, los derechos de la mujer y también algunas de productividad y empleo para esos papás. Hay estamos previniendo que esa familia por situaciones de pobreza o maltrato lleguen a perder el cuidado de sus hijos y ellos pierdan la oportunidad de crecer con sus papás y sus hermanos”.
    De igual forma, cuando han habido situaciones de maltrato, de abuso o de orfandad, la organización tiene un enfoque de atención a través de las aldeas infantiles. Como explica Ángela, “En estos lugares hay un enfoque familiar en donde el niño llega a vivir en una casa con otros ocho hermanos de acogida; en esa casa conviven permanentemente con una persona que los cuida que llamamos la madre SOS. Ella vive en la casa y genera unos vínculos duraderos con esos niños y niñas porque es la que vive ahí y haces las veces de una mamá. Los acompaña al colegio; los matricula en la escuela de fútbol del barrio o de acuerdo a su preferencia; los lleva al médico. Funciona tal cual como una mamá”.
    Un acompañamiento a largo plazo
    Según explica Ángela, las Aldeas SOS es una opción de acogida a largo plazo, en donde estos niños y niñas generan también unos vínculos afectivos con sus hermanos de acogida. “Incluso hay personas ya independizadas que vuelven a la Aldea, visitan a sus hermanos de acogida, a su madre SOS y mantienen su vínculo familiar como cualquiera de nosotros”.
    Añade además que son la mejor opción para aquellos que han perdido su familia pero son hermanos. “Por lo general muchas de las respuestas de acogida, buscan separar a los niños bien sea por género o por edad; nosotros lo que hacemos es acoger al grupo de hermanos. En las siete aldeas con las que contamos, tenemos más o menos 604 niños y niñas que son hermanos biológicos que viven en las aldeas”.
    Adicionalmente, la organización apoya a los niños y niñas cuando ya están en la adolescencia, para que escojan una carrera técnica, profesional o tecnológica y les subsidia o paga esos estudios. Luego también los apoya en la consecución de una vivienda independiente y les prestan asesoría durante sus primeros años de vida independiente, hasta que ven que esa persona ya tiene las capacidades suficientes para llevar una vida adulta digna y para tener los ingresos suficientes como para una estabilidad.
    De acuerdo con la Directora de esta Organización para Colombia, se está buscando crecer un poco en sus programas de fortalecimiento familiar y comunitario y cada año generan un crecimiento de una tasa importante, dependiendo de sus posibilidades. “Estamos considerando la posibilidad de tener unas nuevas aldeas en otras zonas del país en donde no estamos presentes para poder dar solución a algunas situaciones de abandono y de orfandad que estamos viendo”, puntualiza.



    El abandono de menores afecta seriamente la vida de los niños 


    El maltrato y el abandono afectan el crecimiento del niño en cuanto a establecer relaciones con los demás, desarrollar autoestima, realizar actividad física, desempeñarse académicamente y funcionar psicológicamente.
    El Centro Nacional de Intercambio de Información acerca del Abuso y Abandono Infantil (National Clearinghouse on Child Abuse and Neglect Information) menciona las siguientes consecuencias del maltrato y el abandono de menores:egún el Centro Nacional de Intercambio de Información acerca del Abuso y Abandono Infantil (National Clearinghouse on Child Abuse and Neglect Information), algunas consecuencias del abandono de menores, son las siguientes: Baja autoestima, incapacidad para confiar en los demás, comportamientos agresivos, desordenados, autodestructivos y autoabusivos, pensamientos suicidas, dependencia, ansiedad, desórdenes alimenticios, angustia, histeria, hiperactividad, estrés postraumático, retraimiento, miedo de entablar relaciones o actividades, deficiencia académica, depresión, abuso de drogas o alcohol, incapacidad para mantenerse despierto o concentrarse por largos períodos. Y en laadultez, dificultades con la cercanía física, las caricias, la intimidad y la confianza.
    Además, se ha encontrado que las víctimas del abandono tienen un 25 por ciento más de posibilidades de experimentar problemas, tales como delincuencia, embarazo adolescente, y problemas de salud mental. Asimismo, para poder comprar comida y drogas, muchos de ellos mendigan, roban, reciclan, o trabajan en explotación sexual (prostitución).



    1. Consecuencias para la salud física
      Efectos físicos inmediatos que pueden ser relativamente leves (moretones o cortes) o graves (fracturas de huesos, hemorragia e incluso la muerte). Aunque los efectos físicos pueden tener corta vida, los efectos psicológicos pueden ser más duraderos. Otras consecuencias que han identificado los investigadores son las siguientes: 

      Síndrome del bebé sacudido, que puede causar vómitos, conmoción cerebral, problemas respiratorios, convulsiones o la muerte

      Daño en el desarrollo cerebral, que puede causar que algunas regiones importantes del cerebro no se formen correctamente

      Salud física débil, que puede persistir por el resto de la vida

    2. Consecuencias psicológicas
      Los efectos emocionales pueden persistir y contribuir a lo siguiente:

      Salud mental y emocional frágil, incluso vulnerabilidad a la depresión, la ansiedad, los desórdenes alimenticios e intentos de suicidio. También se han asociado con el maltrato el trastorno de angustia, las neurosis histéricas, el trastorno de hiperactividad o déficit de la atención, el trastorno de estrés postraumático y los trastornos reactivos de la vinculación. En la adultez, los niños que son víctimas de maltrato pueden presentar dificultades con la cercanía física, las caricias, la intimidad y la confianza.

      Las dificultades cognitivas que se asocian con el maltrato son alteraciones cognitivas, desarrollo del lenguaje y logro académico.

      Las dificultades sociales de los niños que han sufrido maltrato y abandono se manifiestan a través de la dificultad para entablar relaciones seguras, lo que puede llevar a dificultades posteriores en las relaciones con pares y adultos.

    3. Consecuencias en el comportamiento
      En algunas víctimas de maltrato y abandono de menores pueden presentarse las siguientes dificultades:

      Dificultades durante la adolescencia. Se ha encontrado que los niños que son víctimas de maltrato y abandono tienen un 25 por ciento más de posibilidades de experimentar problemas tales como delincuencia, embarazo adolescente, bajos logros académicos, uso de drogas y problemas de salud mental.

      Delincuencia juvenil y criminalidad en la adultez. El maltrato y el abandono aumentan la probabilidad de comportamiento delictivo en adultos en un 28 por ciento y de delito violento en un 30 por ciento.

      Alcohol y abuso de drogas. Es probable que los niños que son víctimas de maltrato o abandono fumen cigarrillos, beban alcohol en exceso o consuman drogas. Dos tercios de las personas en programas de tratamiento por uso de drogas mencionaron haber sido maltratados cuando niños.

      Comportamiento abusivo. Es probable que los padres abusadores hayan sido maltratados en su infancia. Se estima que aproximadamente un tercio de los niños maltratados y abandonados con el tiempo victimizarán a sus propios hijos.

    4. Consecuencias para la sociedad
      La sociedad como un todo se ve afectada, directa e indirectamente, por el maltrato y abandono de menores. Los costos directos se asocian con mantener un sistema de bienestar para los niños y así investigar e intervenir en casos de maltrato y abandono de menores. Los costos indirectos incluyen consecuencias económicas en el largo plazo tales como actividad delictiva juvenil y adulta, enfermedades mentales, abuso de sustancias adictivas y violencia doméstica. También se incluyen pérdidas en la productividad, el costo de servicios especiales de educación y el uso del sistema de atención médica, y lo que es más importante aún, la pérdida del potencial sin explotar de un menor que es víctima del maltrato y el abandono.



    El objetivo de los programas de tratamiento familiar en protección infantil consiste en finalizar la conducta maltratante y en que la familia adquiera un funcionamiento adaptativo, además de garantizar que mientras el proceso de cambio tiene lugar, el niño se encuentre protegido. Desde dicha perspectiva, se analizan algunas características particulares de este ámbito de trabajo: heterogeneidad de la problemática familiar, falta de motivación y voluntariedad de las familias, identificación del cliente del programa, necesidad de coordinación de los recursos y vulnerabilidad crónica de la mayoría de las familias. Se describen una serie de modelos y programas de tratamiento, diferenciando las tipologías de maltrato físico, abandono físico y abuso sexual. Por último, se abordan algunas cuestiones relevantes de la evaluación de programas de protección infantil: la evaluación de las necesidades y de la cobertura de los programas, la evaluación del proceso y la evaluación de resultados (objetivos, metodología y diseño)

    Si piensa que un niño está en peligro inmediato debido a maltrato o descuido, debe llamar al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos).

    Si sospecha que se está maltratando a un niño, infórmelo inmediatamente. La mayoría de los estados en Estados Unidos tiene una línea de ayuda para el maltrato infantil. Usted también puede usar la línea de ayudaChildhelp National Child Abuse Hotline (1-800-4-A-Child).
    La ley le exige a los trabajadores de la salud, a los empleados de las escuelas y a los profesionales del cuidado de niños informar si hay sospecha de maltrato.
    El tratamiento de los niños maltratados puede abarcar terapia nutricional y de salud mental.
    Es posible que sea necesario retirar al niño del hogar para prevenir un maltrato posterior.
    El tratamiento de estas personas que maltratan puede incluir clases sobre la crianza, al igual que tratamientos para enfermedades mentales, alcoholismo o drogadicción.


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